martes, 31 de julio de 2007

Capítulo 17

............conseguir sostenerse sobre las dos piernas sin irse de bruces contra la banda opuesta. El segundo conseguir cruzar el tambucho, que no es que fuera muy estrecho, aunque en esos momentos el barbicano necesitaría las puertas de un hangar para no dar con el dintel. El tercero y más peligroso era bajar por la escalera hasta la cabina, algo que ni siquiera es fácil en plena forma. El cuarto era un complicado giro de 180º a la derecha, sorteando además la silla, trincada al suelo, de la mesa de cartas. Y por último el quinto y más fácil, era inclinarse y gatear por la conejera; sencillo por que en el estado del melenudo pelicano inclinarse y gatear era lo más natural. Una peligrosa gymcana; pero aun no se había inventado un desafío que le asustara, así que se concentró, visualizó el recorrido y los agarraderos astutamente distribuidos para navegar con mal tiempo....o con muchas cervezas y se echó al monte, o a la conejera en este caso, sin más problemas que las puntas de los pitones clavadas en la botavara; un golpe CLONG... que hizo levantar las cabezas y asomarse por bañeras y portillos a todos los que pasaban la tarde en el pantalán. El canoso ya está tumbado en la conejera, mecido por los suaves movimientos del barco, con la vista fija en el ocho de luz que ese suave movimiento dibuja con el sol que entra por el portillo. Está tan relajado y tan arrullado por el borboteo del mar que tiene la sensación de estar enterrado en los colchones, tan unido al velero que le parece sentir en la espalda las ondulaciones del agua. Sin embargo este estado de gracia se acaba de repente, el barbicano estaba siguiendo con la mirada una mota de polvo cuando a esta le dio por hacer cosas raras, se desdibujaba y por momentos parecía cambiar de aspecto ¿quizás el golpe con la botavara le está haciendo alucinar? Todas estas elucubraciones se la traían al pairo a la mota que brillaba cada vez más, lanzando destellos tan fuertes que casi no se podían mirar, hasta que el barbado se dio cuenta que en realidad ya no estaba mirando una mota de polvo danzando en la luz, si no un ........

lunes, 30 de julio de 2007

Capítulo 16

..........para aparecer por Arguineguín y comprar el Amanecer, un yol que es desde entonces su hogar, trabajando primero en Anfi del Mar, un complejo turístico de time sharing, y después en las chapuzas que le salían en el varadero.
Esta es la historia que el canoso y Ricard recordaron en la bañera de la Peregrina mientras se tomaban unas cervezas. Y como siempre que hablaban de Juan Carlos y de su extraña vida, volvió a salir la eterna pregunta ¿Es cierto todo lo que cuenta? cuestión para la que hay tantas respuestas como gente que lo conoce. Por lo que respecta al barbicano nunca ha pillado al Mexicano en una contradicción en sus historias, que engarzan perfectamente unas con otras, de forma que cuando hacía referencia a alguien, lo situaba en lugares y situaciones que en otras ocasiones ya había contado, sin que en ningún momento hubiera contradicciones en sus recuerdos; pero falsos o no lo único comprobable es que es Mexicano, que habla ingles perfectamente, que bucea como un profesional, que tiene mañas de navegante experto y que está casado con una holandesa. El resto, sea falso o no, al barbacanas le da igual; siempre recuerda a Juan Carlos y a las largas conversaciones que han mantenido con afecto. Después del par de horas de tertulia Ricard siguió a sus asuntos, dejando al pelicano considerando si debería meter mano a las conexiones eléctricas, o por el contrario dedicarse a alguna actividad que no necesitara la cooperación de sus neuronas, dudas que mostraba una lucidez que nadie podría sospechar del largo canoso, sobre todo en el estado en el que dos cervezas trasegadas con el estómago vacío y los casi 30 grados de temperatura que esa tarde había caldeado el puerto, dejaron su capacidad de razocinio, ya de por si muy menguada, a la misma altura que la del guionista de salsa rosa, dicho sea sin el más mínimo respeto hacia el guionista de marras. No quedaba otra alternativa, dormiría la borrachera. Sin embargo eso daba pie a 5 problemas, el primero......

jueves, 26 de julio de 2007

Capítulo 15

.......de buceo, trabajando en la recuperación y salvamento de barcos primero y después para compañías petrolíferas. Fue en esta etapa cuando empezó a navegar, contando, según recuerda el canoso, una travesía desde la costa oeste de México hasta las Filipinas, viaje que casi le cuesta la existencia y no precisamente por algún tifón, si no por que el agua que cargó en las islas estaba en mal estado y le intoxicó gravemente; algo serio si estas solo en medio del Pacífico. De esa navegación cuenta que cuando la fiebre subía mucho se ataba con un cabo y se tiraba al agua, dejándose remolcar por el velero, y que gran parte de la travesía la pasó charlando con un monje que le hacía compañía en la bañera. También por esa época alguien llamó a su corazón aventurero; se casó con la hija del embajador de Holanda en México con la que más tarde tuvo un hijo, retoño, que para su eterno disgusto, acabó en la misma agencia en la que prestó servicio y reclutado por el mismo individuo por el que abandonó esa actividad; una pirueta del destino que no deja de tener cierta poética simetría. Con esta mujer volvió a abandonar su país de nacimiento y se trasladó a Holanda, donde crió a su hijo, construyó un velero de acero con material reciclado y sin que le constara un solo duro y trabajó, según cuenta, en algo relacionado con la seguridad de la embajada de EEUU, mujer, vida, barco y trabajo, que abandonó un buen día hace unos 7 años.............

viernes, 20 de julio de 2007

Capítulo 14

........... en esta situación le explicaron, corteses y educados ellos, que desde el lugar donde estaban y bajo las armas que le apuntaban era mejor que no hiciera planes a largo plazo, vamos que no tenía mucho futuro. Tan convincentes fueron los paisanos del campesino, que Carlos solo pudo salir del paso preguntando si necesitaban algo y dejando el botiquín del pelotón como presente antes de dar marcha a tras.
La vida de Juan Carlos sigue, a partir de este punto, fuera de México, en concreto en West Point, junto a otros oficiales sudamericanos que el gobierno de EEUU preparaba para mantener controlado a su patio trasero (aunque luego alguno le saliera rana como el cara de idem Noriega). De West Point y de alguna forma que nunca explicó, acabó en la 101 aereotransportada con la que hizo dos turnos en Vietnam, tiempo sobre el que también paso de puntillas. Después de ese tiempo de servicio continuó en las fuerzas armadas sirviendo en diversos cuerpos de elite y viendo mundo a cuenta del gobierno estadounidense. Después de esta época, fue, según cuenta, fichado por una agencia de espionaje (el canoso, aunque hace memoria, no recuerda haber oído a Juan Carlos mencionar a la CIA) donde hacia "trabajillos" por aquí y por allá, es decir que era un agente de campo. Fue en esta agencia donde se enteró que a su padre le "murieron" cuando aun no le tocaba. En este lugar aguantó hasta que un desencuentro con alguien no especificado y que luego volvería a tener un papel en su historia, le hizo abandonar esa actividad renunciando incluso a su pensión, volviendo a México donde echando mano a su adiestramiento habilidades y contactos adquiridos en su azarosa vida, montó un negocio de.......

jueves, 19 de julio de 2007

Capítulo 13

…… rematarlo. Después, siguió contando, se dirigieron al rancho del infortunado y lo arrasaron. Esto, si fue cierto, ocurrió en el México de mil novecientos cuarenta y pocos y Carlos no era mas que un chiquillo. No sé que fue de su adolescencia, ni donde estudió, lo que si sé es que en sus historias acabó en el ejercito, que en México suele hacer labores de policía. De esa etapa el recuerdo más jugoso que contó, ocurrió patrullando a caballo al frente de un pelotón cuando se cruzó con un paisano que llevaba del ronzal a una mula cargada de marihuana. El tipo que tuvo la mala suerte de cruzarse en el camino de la patrulla, era un poco duro y tuvo convencerle para que le contara de donde venia la hierba. El argumento, ciertamente contundente que huso, fue una cuerda al cuello, tensada lo justo para dejar de puntillas al campesino. Sin embargo la información no le fue de mucha utilidad, pues acercándose al lugar que le indicó el hombre al que estiró el cuello se encontró con que este, o su marihuana, tenían muchos amigos, todos armados y todos apuntándole.........

lunes, 16 de julio de 2007

Capítulo 12

...........”está bien, quédate en casa; pero vas a hacer lo que yo te diga, toma este libro y leeteló”. El libro en cuestión era la Odisea. A partir de entonces también picó el bicho de la lectura a Juan Carlos, disponiendo a placer de los libros de su padre, que se limitaba a decirle “ese no, ese si puedes leerlo, no lo entenderás; pero adelante”. Su padre murió en un hospital; estaba bien y de repente se fue. Más tarde Juan Carlos supo, por oscuros medios, que en realidad fue asesinado con una inyección de aire en una vena. De todas estas conversaciones el canoso recuerda sobre todo una que empezó, como siempre, en una de las terrazas que domina la bahía de Arguineguín y al abrigo de unas cervezas. Esta historia comienza con una declaración del mejicano que dejaba bien claro la opinión que tenía de su padre “era un hijo de puta” y a continuación comienza a desgranar un recuerdo de infancia que, verdadero o falso, era evidente que le hacía sufrir; durante una cabalgada con su padre sonó un disparo y una bala pasó zurreando entre los dos. Inmediatamente su padre cargó contra el emboscado cogiéndole prisionero y después de sacarle de donde era y mientras el hombre suplicaba por sus hijos que no le matara disparó sobre él. Lo que me contó a continuación resultó un poco confuso, pues a Juan Carlos le costó contarlo; pero creí entender que su padre le pasó su revolver y le obligó a……

domingo, 15 de julio de 2007

Capitulo 11

…………. una zona selvática de México en un rancho o hacienda, donde creció libre y medio asilvestrado, con un rifle en las manos y disparando a todo lo que se le pusiera a tiro. Su madre sigue viviendo en ese lugar, es una anciana apegada a las tradiciones y a su tierra, ciega; pero respetadísima por su gente. Juan Carlos me ha contado un par de veces que hace unos años pronosticó, gracias a viejas costumbres, una inundación. Gracias a este presagio ordenó acelerar la cosecha salvando de la miseria a mucha de su gente. Sin embargo de su padre, una especie de doctor Jekill y mister Hilde, cuenta cosas a veces espantosas. La presencia paterna supone mucho a todos los niños; pero en el caso del padre de Carlos se potenciaba con la poderosa y terrible personalidad de su padre, un hombre increíblemente fuerte, que estando totalmente borracho era capaz de levantar la gran mesa del comedor sujetándola desde una extremo y que pertenecía a una especie de grupo paramilitar. Más tarde se mudaron a México D.F. a una gran casa con jardín; estos dos lugares, el rancho y la gran casa en la capital significaron mucho en el niño que fue; pero creo que lo que más le marcó fue su padre, que según Juan Carlos tenía otra vertiente sorprendente y totalmente distinta; era un hombre culto y amante de la lectura. Una ver que Carlos se negó a ir a misa su padre le miró fijamente y le dijo....

lunes, 9 de julio de 2007

Capítulo 10

……………….. Ricard!
Ricard es una catalán que el canoso conoció allá por agosto del 2001 en el refugio pesquero de Arguineguín, aunque entonces ya sabía de su existencia gracias a un articulo de la prensa canaria, donde explicaba que un juez obligaba a la autoridad del puerto a varar su goleta antes de que esta se hundiera en plena bahía de Arguinegín. El caso es que como el pastor King, Ricard tenia un sueño; quería restaurar la goleta, que en su día fue un regalo de un presidente de la república francesa a su hija, e ir al Mar Rojo, donde tenía previsto montar un negocio de buceo. Con el tiempo y a causa de la falta de dinero y de otros contratiempos, este proyecto se fue rebajando; compró otro barco y abandonó el casco de la goleta a medio restaurar y el proyecto del buceo en el Mar Rojo se ha rebajado a pasear a grupos de turistas buceadores por Fuerteventura. Mientras tanto Ricard se recicló obligado por la falta de liquidez, quedándose convertido en poco más que un buscavidas de varadero, uno más de los muchos navegantes varados que hay en todos los puertos deportivos del mundo que sobreviven a base de chapucillas ocasionales. Precisamente, charlando poco después en la bañera del velero del alto barbudo, salió a conversación la vida, obra y milagros de Juan Carlos, uno de esos buscavidas que sienta sus reales en Arguineguín. Juan Carlos es un mestizo mejicano, anciano, aunque sus rasgos, casi orientales, lo disimulan muy bien; pero lo mejor de este hombre son sus historias, para algunos verdaderas, para otros falsas; pero para todos fascinantes. Nació Juan Carlos en………

jueves, 5 de julio de 2007

Capítulo 9

…………….., buscaría la ayuda de un profesional.
Ya en el trabajo rebuscó en su agenda, consultó alguna web y con el resultado hizo una llamada telefónica, expuso someramente su problema y todo quedó solucionado con una lapidaria respuesta "déjalo en mis manos" de su interlocutor. El barbado nunca intentaba saber que había detrás de esa sentencia, que palancas utilizaría esa voz para conseguir desatascar los expedientes, que cabeza de caballo aparecerá en que cama, ni que proposiciones irrechazables se harán; hay cosas que es mejor desconocer.
Son las 1430, el canibarbo es un hombre libre, como todos los días a esa hora, la mejor del día y con el tiempo justo para pasar por casa para cambiarse y coger alguna herramienta vuelve a su querencia. Mientras camina hacia el deportivo piensa en lo que va a hacer hoy; si quiere cerrar definitivamente el tambucho no le queda más remedio que conectar todo el sistema de viento y la electrónica, al fin y al cabo por algo se quedó cableando hasta las tantas el día anterior . También piensa, un poco de pasada, en todos los palos que ha tocado para poder montar los instrumentos, laminar con fibra y poliéster los boquetes que dejaron los viejos cacharros analógicos que desmontó, labrar, pulir y barnizar una tabla de vitacola donde montar la nueva electrónica, la planificación del cableado y al final la conexión de los 10 cables y 25 terminales; trabajos que normalmente harían 3 técnicos diferentes y que el pelicano es capaz de hacer con notable maestría. Sumergido estaba el canoso en este autobombo, cuando al final del pantalán vio una figura que le resultó familiar ¡Virgen santa si es……………

martes, 3 de julio de 2007

Capítulo 8

………… Toñi con su propia cola de sarcásticos e irónicos seres humanos; por que la pobre Toñi está desbordada, absolutamente enfangada en el pantanal de legislaciones y normativas náuticas que nunca acaba de comprender. Bajo las miradas de todos los que esperan, titubea ordenando papeles, titubea contestando al teléfono, titubea sellando documentos, titubea explicado a algún ceñudo armador por que no le han asignado su código y sobre todo titubea por que se ha dado cuenta de que el canoso se ha puesto en su cola, con su mirada maliciosa, arrancando virutas del mostrador con las uñas y oliendo ligeramente a quemado; sin embargo, poca gente y menos el barbacanas, es capaz de seguir enfadado mucho tiempo viendo la evidente buena intención que tiene Toñi y lo mal que lo pasa en su trabajo, así que cuando le llega el turno, el canoso se limita a preguntar, aunque ya sabe la respuesta, si ya llegó la solicitud del número de identificación del barco y solicitar, aunque también sabe que Toñi no tendrá ni idea de que le habla, información del problema del expediente rechazado. La funcionaria, después de echar un vistazo desesperado a la carta, reconoció su ignorancia y, como también esperaba el canoso, llamó a un despacho solicitando la presencia de un experto, un ser mítico de esos de los que todo el mundo ha oído hablar; pero que nadie a visto, como los billetes de 500 euros. Después, forzando una sonrisa dijo al alto melenudo que "no tardaría, por que ya le había avisado antes para otros asuntos que tenían pendientes gente de la cola" El barbicano buscó a "esa gente de la cola" No fue difícil identificarlos, uno debía de llevar muerto algunos meses. Por suerte el aire seco del aire acondicionado había deshidratado los tejidos blandos y estaba en pleno proceso de momificación, el otro estaba tumbado en un rincón y en estado vegetativo, aunque de alguna forma seguía aferrando sus expedientes. La cosa estaba clara, no le quedaba más alternativa que tomar una decisión heroica…………….

lunes, 2 de julio de 2007

Capítulo 7

.........recibió el saludo del vigilante, que ya conocía de antiguo al barbado canoso. Curiosamente este vigilante, al contrario de otros, sonríe, saluda e informa, de una forma amable; un oasis de empatía en un lugar tan necesitado de ella. El segundo saludo lo recibe ya en la misma puerta del burdel (al fin y al cabo la principal actividad de ese sitio es joder al personal) un ser humano con una cara bastante complicada, una especie de Edward G. Robinson; pero sin su maliciosa mirada. Bueno ni maliciosa ni nada, pues es menos expresivo que el palo de una escoba, y menos mal, por que si encima gesticulara sería como hablar con una gárgola; pero expresivo o no, guapo o feo, es un hombre siempre atento con los suplicantes y al canoso le ha ahorrado alguna cola, al indicarle la mesa de algún funcionario dispuesto a escuchar gemidos y rechinar de dientes. Y por fin dentro; a la derecha una cola frente a la chica que siempre contesta al teléfono, detrás de esta chica hay un par de mesas ocupadas por el perfecto funcionario (siempre estan vacias) detrás de estas la de un tipo bajo y medio calvo. Lo curioso de este funcionario es que nunca lo ha visto trabajar; o esta entrando, o saliendo, encendiendo el ordenador o apagándolo y cuando lo tiene encendido esta en hibernación y cuando lo arranca no reconoce sus claves, momento en que una chica que se sienta detrás y que siempre parece hacer 3 cosas a la vez, le dice que lo deje y que ya lo mira ella. A la izquierda está…………