miércoles, 4 de marzo de 2009







Al día siguiente alquilamos un coche y nos dimos un garbeo por Martinica, parando donde nos apetecía para tomar algunas cervezas o ver alguna playa o para visitar un museo dedicado a Gauguin, que antes de acabar sus días por las Marquesas anduvo por Martinica. La verdad es que he visto museos mejores. También pasamos por Saint Pierre, la ciudad que quedó sepultada por una erupción del volcán Pele. La parada para comer la hicimos en un chiringuito en la costa de barlovento, donde nos pusieron un platito con un pimiento "mobile, qual piuma al vento" un pedacito podía ser casi dulce y otro ardiente como el infierno. Asombrado por semejante fenómeno no paré hasta que me regalaron otro con con el que acabamos jugando a "la ruleta rusa" gastronómica.

1 comentario:

  1. ¡Felicidades!


    ...no, no es a ti Yolanda, que sé que cuando no estás de bronca con alguna pedorra nos lees y escribes desde allí.
    Chica lo siento, habrá que dar espectáCULO si somos los únicos que asomamos por aquí.

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