viernes, 7 de agosto de 2009

De nuevo al mar




Y volvemos al mar, nuestro destino es la isla de Madeira, donde tenemos que estar antes del sábado día 13/06 para recoger a Miguel, una travesía de682 millas. El meteo es bueno, la red del salón vuelve a estar atestada de fruta y verdura, todos los tanques están cargados, hemos tomado el ultimo gin tonic en el bar de Piter, nos hemos despedido de Jean Marie y compañía y hemos avisado a nuestros noruegos vecinos para que el día 04/06 de 08 a 09 ahuequen el ala para que podamos zarpar. Teniendo en cuenta lo serios que son estos nórdicos, al menos a nuestros ojos de informales y ruidoso latinos, ese día no remoloneamos en el catre y a las 0800 ya teníamos todo listo y arranchado. A las 0830 seguimos con todo listo y arranchado, en ninguno de los 3 barcos que tenemos abarloados hay señales de vida. A las 0855 asoma una cabeza en uno de los veleros, mira al cielo, bosteza, se quita una legaña y vuelve a meterse dentro. A las 0920 se huele a cafetera, parece que algo se está moviendo entre nuestros vecinos. 0930 Arrancamos el motor, a ver si un poco de ruido y humo activa las cosas. 1015 el velero que nos cierra a todos suelta amarras, y para no cansar más a las 1030 tenemos despejada la salida y maniobramos con el bichero para alejarnos del muelle; estamos en marcha.

La presion atmosférica es de 1020 milibares, con un viento de 8 nudos del NW, el mar está a 17 grados, poco más que rizada y empezamos, simpre tan conservadores, con la mayor al 2º rizo. A pesar de que hay cumulos y cirros por encima del formidable monte Pico, por ahora es un día precioso y me paso casi todo el día en cubierta, filmado, fotografiando, disfrutando del verde de la isla de Pico y de la puesta de sol.

domingo, 2 de agosto de 2009

Siguientes Días

Quedamos para cenar con los chicos franceses. El restaurante lo eligió Viki, que para eso tiene buen ojo, tan bueno que a pesar de que el garito estaba lejos de la marina, o todo lo lejos que puede estar en una ciudad tan pequeña, medio deportivo había elegido ese lugar para cenar. Las viandas como de costumbre muy ricas; yo me zampé unas costillas de “presunto” que eran pura crema. La compañía y la sobremesa tambien como de costumbre muy agradable.

Pero no todo era felicidad y comida, me sentía inquieto me sudaban las manos y cualquier cosa me molestaba; una sombra se cernía en el horizonte. Había acabado con toda la lectura, algo sin remedio en un país de habla portuguesa. Para Salir del paso compré un libro, en portugués por supuesto, sobre uno de los primeros viajes de un europeo a Tombuctú. Con eso fui tirando hasta que en la tienda de artículos náuticos de Horta vi una estantería llena de libros para intercambiar, el funcionamiento es muy sencillo, coges los libros que te interesan y dejas igual cantidad. Delante de esa estantería me pasé un buen rato rebuscando (hay pocos navegantes españoles) hasta que encontré algo en cristiano, una novela del cubano Lezama Lima llamada Paradiso editada en Mexico en 1970. Y feliz como un niño esa tarde me tumbe en el sofá de estribor, mi lugar de atocine predilecto y me puse a leer… a intentar leer… a tratar de comprender que narices decía la novela de marras. Vaya suerte que tenía, yo que soy capaz de leer cualquier cosa voy a dar con el estilo pomposo que nunca he soportado, no me extraña que lo dejaran en la tienda de náutica, ese tomo era capaz de hundir a cualquier buque. Un ejemplo; para decir que a alguien le da un apretón nocturno tenemos esto:

“uno de los remeros, punzado con indiscreción por un chocolate de medianoche, se levantó para hacer un vuelco del serpentín intestinal. Con la brisa sigilosa que consentía las contracciones espasmódicas, buscó el disfrute del retrete…”

Está claro que el remero quiere cagar, no puede ser de otra forma sin en un mismo párrafo pone intestinal y retrete, por que llamar a los pedos que se le escapan "brisa sigilosa" tiene su miga; pero ¿qué quiere decir el siguiente?

“El hexagrama, el sello de Salomón, el seudohexágono estrellado. Serie 6 opuesta a serie 5, que en los chinos corresponde al gran Yin, al Norte Invierno, al emblema del agua. El Agua y la Madera, el 6 y el 8, tres parejas y cuatro parejas. Agentes y dominios celestiales, los seis Tsongs. Cuadrado del centro 6…..”

Esto es pa "hacer un vuelco en el serpentín intestinal"es decir, pa cagarse. Al final volví al libro de viajes en portugues; lo entendía 100 veces mejor.