domingo, 2 de agosto de 2009

Siguientes Días

Quedamos para cenar con los chicos franceses. El restaurante lo eligió Viki, que para eso tiene buen ojo, tan bueno que a pesar de que el garito estaba lejos de la marina, o todo lo lejos que puede estar en una ciudad tan pequeña, medio deportivo había elegido ese lugar para cenar. Las viandas como de costumbre muy ricas; yo me zampé unas costillas de “presunto” que eran pura crema. La compañía y la sobremesa tambien como de costumbre muy agradable.

Pero no todo era felicidad y comida, me sentía inquieto me sudaban las manos y cualquier cosa me molestaba; una sombra se cernía en el horizonte. Había acabado con toda la lectura, algo sin remedio en un país de habla portuguesa. Para Salir del paso compré un libro, en portugués por supuesto, sobre uno de los primeros viajes de un europeo a Tombuctú. Con eso fui tirando hasta que en la tienda de artículos náuticos de Horta vi una estantería llena de libros para intercambiar, el funcionamiento es muy sencillo, coges los libros que te interesan y dejas igual cantidad. Delante de esa estantería me pasé un buen rato rebuscando (hay pocos navegantes españoles) hasta que encontré algo en cristiano, una novela del cubano Lezama Lima llamada Paradiso editada en Mexico en 1970. Y feliz como un niño esa tarde me tumbe en el sofá de estribor, mi lugar de atocine predilecto y me puse a leer… a intentar leer… a tratar de comprender que narices decía la novela de marras. Vaya suerte que tenía, yo que soy capaz de leer cualquier cosa voy a dar con el estilo pomposo que nunca he soportado, no me extraña que lo dejaran en la tienda de náutica, ese tomo era capaz de hundir a cualquier buque. Un ejemplo; para decir que a alguien le da un apretón nocturno tenemos esto:

“uno de los remeros, punzado con indiscreción por un chocolate de medianoche, se levantó para hacer un vuelco del serpentín intestinal. Con la brisa sigilosa que consentía las contracciones espasmódicas, buscó el disfrute del retrete…”

Está claro que el remero quiere cagar, no puede ser de otra forma sin en un mismo párrafo pone intestinal y retrete, por que llamar a los pedos que se le escapan "brisa sigilosa" tiene su miga; pero ¿qué quiere decir el siguiente?

“El hexagrama, el sello de Salomón, el seudohexágono estrellado. Serie 6 opuesta a serie 5, que en los chinos corresponde al gran Yin, al Norte Invierno, al emblema del agua. El Agua y la Madera, el 6 y el 8, tres parejas y cuatro parejas. Agentes y dominios celestiales, los seis Tsongs. Cuadrado del centro 6…..”

Esto es pa "hacer un vuelco en el serpentín intestinal"es decir, pa cagarse. Al final volví al libro de viajes en portugues; lo entendía 100 veces mejor.

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