..........rebotó en la brazola, hacia el banco de la bañera, donde impacto astillando la teka y salió despedida, bramando como las balas en las pelis de baqueros, hacia la cabina. Si esto hubiera ocurrido unos minutos antes o si Miguel no hubiera cambiado de banda al virar, el tripulante del barbacanas habría sido conocido desde entones como "Miguelín el eunuco" y se habría cambiado sin pensarlo mucho por "Tom hocico roto" o por "Jimy el tuerto"
En realidad el barbas tenía que haberse declarado, otra vez, vencido por el alísio y volver grupa al viento. Alguien menos cabezón o más cuerdo o con un atraque lo hubiera hecho; por desgracia para el barco y para su tripulante, el barbicano es cabezón y un poco loco, aunque no tanto como para dejar el velero fondeado en el sur sin vigilancia durante unas semanas, así que gritando "Santiago y cierra España" arrancó el motor, cerraron bien sus trajes de agua y con la cabeza hundida entre los hombros se dispusieron a disfrutar de la “brisa”.
Con el motor tosiendo a 2000 vueltas ganaron punta Tenefé, arrumbando después hacia el roque de Gando, maniobra que les puso proa a la mar. Con ese rumbo estarían un par de horas hasta que una enfilación chivó al astuto, y a esas horas empapado patrón, que la creciente mar y viento les tenía clavados, así que metió 500 vueltas más al motor, intentando no pensar demasiado en que ya hacía algún tiempo que cumplió los 20 añitos; sin embargo esas vueltas extras fueron suficientes para que se dispararan a 2 nudos, velocidad con la que podrían adelantar a una tortuga no demasiado joven. La moral, ya bastante tocada, empezó a ponerse a prueba..............
En realidad el barbas tenía que haberse declarado, otra vez, vencido por el alísio y volver grupa al viento. Alguien menos cabezón o más cuerdo o con un atraque lo hubiera hecho; por desgracia para el barco y para su tripulante, el barbicano es cabezón y un poco loco, aunque no tanto como para dejar el velero fondeado en el sur sin vigilancia durante unas semanas, así que gritando "Santiago y cierra España" arrancó el motor, cerraron bien sus trajes de agua y con la cabeza hundida entre los hombros se dispusieron a disfrutar de la “brisa”.
Con el motor tosiendo a 2000 vueltas ganaron punta Tenefé, arrumbando después hacia el roque de Gando, maniobra que les puso proa a la mar. Con ese rumbo estarían un par de horas hasta que una enfilación chivó al astuto, y a esas horas empapado patrón, que la creciente mar y viento les tenía clavados, así que metió 500 vueltas más al motor, intentando no pensar demasiado en que ya hacía algún tiempo que cumplió los 20 añitos; sin embargo esas vueltas extras fueron suficientes para que se dispararan a 2 nudos, velocidad con la que podrían adelantar a una tortuga no demasiado joven. La moral, ya bastante tocada, empezó a ponerse a prueba..............
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