…………. una zona selvática de México en un rancho o hacienda, donde creció libre y medio asilvestrado, con un rifle en las manos y disparando a todo lo que se le pusiera a tiro. Su madre sigue viviendo en ese lugar, es una anciana apegada a las tradiciones y a su tierra, ciega; pero respetadísima por su gente. Juan Carlos me ha contado un par de veces que hace unos años pronosticó, gracias a viejas costumbres, una inundación. Gracias a este presagio ordenó acelerar la cosecha salvando de la miseria a mucha de su gente. Sin embargo de su padre, una especie de doctor Jekill y mister Hilde, cuenta cosas a veces espantosas. La presencia paterna supone mucho a todos los niños; pero en el caso del padre de Carlos se potenciaba con la poderosa y terrible personalidad de su padre, un hombre increíblemente fuerte, que estando totalmente borracho era capaz de levantar la gran mesa del comedor sujetándola desde una extremo y que pertenecía a una especie de grupo paramilitar. Más tarde se mudaron a México D.F. a una gran casa con jardín; estos dos lugares, el rancho y la gran casa en la capital significaron mucho en el niño que fue; pero creo que lo que más le marcó fue su padre, que según Juan Carlos tenía otra vertiente sorprendente y totalmente distinta; era un hombre culto y amante de la lectura. Una ver que Carlos se negó a ir a misa su padre le miró fijamente y le dijo....
domingo, 15 de julio de 2007
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