viernes, 20 de julio de 2007

Capítulo 14

........... en esta situación le explicaron, corteses y educados ellos, que desde el lugar donde estaban y bajo las armas que le apuntaban era mejor que no hiciera planes a largo plazo, vamos que no tenía mucho futuro. Tan convincentes fueron los paisanos del campesino, que Carlos solo pudo salir del paso preguntando si necesitaban algo y dejando el botiquín del pelotón como presente antes de dar marcha a tras.
La vida de Juan Carlos sigue, a partir de este punto, fuera de México, en concreto en West Point, junto a otros oficiales sudamericanos que el gobierno de EEUU preparaba para mantener controlado a su patio trasero (aunque luego alguno le saliera rana como el cara de idem Noriega). De West Point y de alguna forma que nunca explicó, acabó en la 101 aereotransportada con la que hizo dos turnos en Vietnam, tiempo sobre el que también paso de puntillas. Después de ese tiempo de servicio continuó en las fuerzas armadas sirviendo en diversos cuerpos de elite y viendo mundo a cuenta del gobierno estadounidense. Después de esta época, fue, según cuenta, fichado por una agencia de espionaje (el canoso, aunque hace memoria, no recuerda haber oído a Juan Carlos mencionar a la CIA) donde hacia "trabajillos" por aquí y por allá, es decir que era un agente de campo. Fue en esta agencia donde se enteró que a su padre le "murieron" cuando aun no le tocaba. En este lugar aguantó hasta que un desencuentro con alguien no especificado y que luego volvería a tener un papel en su historia, le hizo abandonar esa actividad renunciando incluso a su pensión, volviendo a México donde echando mano a su adiestramiento habilidades y contactos adquiridos en su azarosa vida, montó un negocio de.......

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